LA DOCTRINA FABRA SOBRE EL 'VOTO CAUTIVO' Y SU APLIACIÓN LOCAL

Hemos podido conocerla gracias a la grabación que un compañero del PP hizo de sus conversaciones con Carlos Fabra, el Presidente popular de la Diputación provincial de Castellón.

La doctrina Fabra considera que la administración local y provincial (Téngase en cuenta que él es el Presidente de la Diputación provincial de Castellón) cuenta con un conjunto de instituciones, centros o entidades, que hay que saber aprovechar para colocar en ellas " a un sinfín de gente, asesores, secretarios, directores generales, subdirectores, subsecretarios, asesores de los consejos, directores territoriales, secretarias de no sé qué".

Todo ello con un objetivo: crear una legión de estómagos agradecidos. No importa para qué se les contrata (Vean si no la expresión "secretarias de no sé qué"), lo fundamental es darle un sueldo por figurar y asegurarse su voto futuro.

El propio Fabra ofrecía un ejemplo, "una tontería": "Madre que quiere entrar en el colegio de la Consolación de Burriana". "Está muy difícil". "Fabra llama a Baila y Baila mete en ese colegio y esa señora es un voto agradecido".

Traigo a este post la doctrina Fabra a colación de mi escrito anterior en que hablaba de lo que parece ser un caso de enchufe en la administración regional a favor de una ex-edil popular, para arrojar una nueva reflexión sobre las prácticas corruptas de nuestros gobernantes.

Frente al amiguismo o nepotismo como idea medular que explica los comportamientos corruptos de la administración, y que tanto ha denunciado este blog.

La doctrina Fabra impone una nueva explicación. Donde los muchos empleos, contratas, subvenciones, pensiones ... Y demás prebendas públicas otorgadas a diestra y siniestra, encuentran su razón de ser no tanto en la voluntad de favorecer a un amigo, sino en toda una estrategia montada para consolidar y extender el poder, así como su continuidad en el tiempo per secula seculorum.

Donde, por consiguiente, nuestros gobernantes no nos brindan lo que necesitamos y sobra, sino que utilizan nuestro dinero para crearles empleos fantasmales a unos cuantos.

Como ejemplo local de lo que afirmo, sirva el documento publicado por este mismo blog en un post de enero, en que se prueba como el alcalde adaptó una oferta de trabajo al perfil profesional de una persona, con la que en principio no le unía ningún lazo de parentesco o amistad.

Como diría fabra: "este es un voto cautivo, que lo tengáis muy claro".