UN ALCALDE DE CARTÓN PIEDRA

Aquí está nuestro alcalde. Posa para una foto haciendo como si aquello que ve tuviera para él algún interés. Aunque lo disimula mal. Fijaos en la distancia que le separa de la mesa o en su lenguaje corporal. Tiene los brazos cruzados y no sabe si viene o va. Se siente incómodo e inseguro ante el tenderete montado por la plataforma del voluntariado de la región bajo el nombre "Caravana la paz es posible". La fotografía le hace un flaco favor, es verdad.

Le importa un carajo el tenderete. Pero debe estar ahí. Para salir en la fotografía que luego acompañará una crónica escrita por el muchacho de radio sureste que con suerte algún amigo de la prensa publicará. Así la opinión pública sabrá lo mucho que a D. José María le interesa la plataforma del voluntariado y sus acciones en pos de la paz.

Leo la nota que redacta el muchacho. Encuentro la siguiente afirmación del alcalde: "no podían haber escogido mejor día para visitarnos". Por una vez estoy de acuerdo con él. Ese lunes el diario el País acusa a José María Aznar de conocer en el 2002 la existencia de otra caravana -la de vuelos ilegales y secretos con destino a Guantánamo- y autorizar su escala en aeropuertos españoles. Desde entonces el PP oculta a la opinión pública española la cobarde operación. Por cierto, es previa también a otra mezquina decisión popular: apoyar la invasión de Iraq.

Buen día para divulgar la foto y su crónica, sí señor. Hoy se fotografía con quienes buscan la paz, ayer se retrata con quienes apoyan la guerra, mañana Dios dispondrá. Nuestro alcalde es puro cartón piedra. Finge unos valores, sentimientos y actitudes que no tiene y que tampoco tendría aunque viviera dos vidas seguidas. Algún día, ante un micrófono abierto, dirá, cuando crea que no es oído, "vaya coñazo de caravana de la paz".