Hacia el final de la pasada legislatura el alcalde socialista José Antonio Gil cerró con el subdirector general de carreteras la cesión de la autonómica Carretera de Benferri al ayuntamiento santomerano. Dado el mal estado de conservación de la vía el alcalde tuvo la prudencia de condicionar su transferencia a que previamente fuera reasfaltada. El tema no era menor, puesto que el tramo cedido sumaba en su longitud más de dos kilómetros y medio y tenía una anchura de ocho metros, que traducido en metros cuadrados de asfalto a precio del momento, suponía una inversión cercana a los 200.000 €.
El primer día que se estrenaba como flamante nuevo alcalde de Santomera - un 18 de junio de 2007 para ser más exactos- el popular José María Sánchez corría raudo y veloz a firmar un sorprendente decreto de alcaldía en cuya virtud el ayuntamiento de Santomera aceptaba la cesión de la carretera, aunque comunidad autónoma no hubiera cumplido su parte del acuerdo: el asfaltado del vial.
Casi un año después el dinero autonómico no ha llegado, ni llegará; la carretera sigue en el mismo estado lamentable en que se encontraba, y para colmo ahora el alcalde dice que no tiene dinero para su arreglo.
Las prisas al mando de un gobierno siempre son malas consejeras: te acaban llevando a la cuneta. Espero por la salud de todos los usuarios de la Carretera de Benferri que el alcalde encuentre pronto el buen camino.
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