Hechos, consecuencias y desagravios

Antonio Campillo Ruiz, “El Bamboso”.

Hecho: En “sustitución” del Centro de Educación Infantil y Primaria que ya necesita nuestra pequeña ciudad (se está construyendo un centro en La Mota pero será una Escuela Infantil), se ha construido, con muchísima premura y materiales prefabricados, a más de dos kilómetros de distancia, un centro de la que denominan, a veces con un incomprensible orgullo, enseñanza concertada.

Consecuencias: Desconociendo qué es un centro público o concertado, con mucha frecuencia, se cree que es la “alternativa” que poseen los padres a “elegir la educación que consideran adecuada” para sus hijos. Es una perfecta falacia. He soportado, muy estoicamente y con infinita paciencia, las inoportunas opiniones de un convecino que en el escrito “6 niños sin escolarizar en Santomera” estaba muy orgulloso del “alto nivel” de los deberes de su hijo, menospreciando al anterior CEIP en el que estaba escolarizado, el “Ricardo Campillo”.

Desconoce tanto dicho vecino lo que es la enseñanza, sea cual sea su profesión, desconoce tanto lo que es un profesor al que se le exige continuamente una formación y reciclaje continuos, desconoce tanto lo que significan las palabras didáctica, metodología activa, proyectos de investigación, adaptaciones curriculares…, que da vergüenza que desprestigie, aunque solo sea por comparación, a unos profesores. Vecino, jamás, jamás compare métodos de enseñanza ni capacidades entre profesionales con trabajos y fines que deben ser similares. Y digo deben ser, porque a lo largo de mi dilatada carrera docente, ha sido precisamente en los centros concertados y privados donde más irregularidades he encontrado en su didáctica, sus aplicaciones metodológicas y sus programaciones, que muchas veces ni han existido. Lo que sí han tenido siempre ha sido el llamado “ideario de centro”. Pídanlo siempre, léanlo aunque sea haciendo un esfuerzo, es la justificación pseudopolítica-social de una oferta educativa que “puede ser elegida”. Y, ¿saben una cosa?, casi todos los que he leído rayan o se deslizan al filo de la legalidad vigente. Si, la legalidad establecida por la Comunidad Autónoma para todos los centros de enseñanza.

Por otro lado, el transporte escolar no existe pero se admiten alumnos que, como los casos del artículo aludido, NO pueden asistir. Pero constan. Constan como alumnos. Y, además, se deben tener en cuenta en las ratios oficiales. En los centros públicos no se admiten ratios inferiores a las establecidas aunque las aulas estén abarrotadas. De ahí aparece la teoría de que la atención en estos centros es “más personalizada”. No, nunca, el peligro de un elitismo absurdo, contraproducente para la formación integral de los alumnos, puede discriminar a quien no es “agradable”. La respuesta inmediata es: “…pero si hemos admitido a emigrantes y todo…” Para tener listas que presentar ¿Cuántos alumnos emigrantes hay en cualquier centro concertado religioso o laico de la Región de Murcia? Datos, datos fiables que sí tengo y puedo demostrar. Pero es la Consejería quien debe advertir de estas irregularidades, no yo. Compruébese que es un problema creado por la Consejería de Educación y la Concejalía correspondiente.

Desagravio: He impartido en los CEIPs “Campoazahar” y “Nª Sra. del Rosario” la formación del profesorado en el PNTIC. He llevado a cabo a lo largo de muchos años la labor de valoración y coordinación de prácticas en los CEIPs “Ricardo Campillo”, y “Nª Sra. del Rosario”, donde estudié la Enseñanza Primaria con D. Sebastián, D. Juan (dos), D. Pedro y D. Vicente, unos maestros en el más amplio sentido de la palabra y, actualmente, me enorgullece que ambos centros se encuentren entre los cinco mejores centros de la Región de Murcia. Esta valoración ha sido realizada por la Facultad de Educación de la Universidad de Murcia. Siempre me ha pesado no haber tenido tiempo para ejecutar la misma labor en el CEIP “Madre Esperanza”, pero conozco a su profesorado y me consta que poseen igual prestigio que el expresado para los otros centros.

Pero, ¿qué dice usted vecino aludido? ¿Quiénes cree usted que son los profesores de los centros públicos del término de Santomera, Siscar y Matanzas? ¿Sabía que proyectos realizados por varios de estos profesores se aplican en muchos otros centros? ¿Sabía usted que algunos de ellos preparan a compañeros que SI aprueban las oposiciones con plaza? ¿Sra. Concejala podría luchar por la disminución de las ratios en los centros públicos del municipio? ¿Podría tener en cuenta los consejos de los directores de los mismos?

Hecho: Los usuarios del Camino de la Venta hemos soportado, también muy estoicamente, los meses en los que dicho camino estuvo cortado y ahora soportamos un camino intransitable por sus numerosos socavones.

Consecuencias: Después de una perfecta chapuza realizada de prisa y corriendo, sospecho que para abaratar la costosa tubería, diseñada justo por el centro de la calzada ¿Por qué? ¿No se podía haber trazado por uno de los arcenes? Cuando haya una avería qué se hará, ¿cortar otra vez la circulación? Los socavones ya sabemos como los arreglarán: con nuestros impuestos, del Gobierno Central o Regional. Se dedicarán los € que hagan falta para el asfaltado del camino y de esta forma se acaba el problema ¡Como había que arreglarlo…! ¡Pues eso…!

¿Saben ustedes, ediles que gobiernan desde sus cómodas sillas del Ayuntamiento lo que creo que deberían hacer? Deberían obligar a los culpables, como harían con cualquier otro vecino, al arreglo de la irregularidad que perjudica a muchos conciudadanos de Santomera y Siscar. No es un consejo, es un apremio por tratarse de un bochornoso e indecente trabajo realizado sin tener en cuenta en absoluto el bien común.

Desagravio: Ninguno ¡Eso faltaba! ¡Podríamos ser condescendientes y considerar que el dinero aplicado para Melendi y “otras actividades” estaba mejor empleado que en estas minucias!