martes, 7 de septiembre de 2010

EL PARTIDO POPULAR EN MURCIA CREA “EL TURISMO DE LA DEPENDENCIA”





La gente ya sabe que gestionar una ayuda para la dependencia en Comunidades como la de Murcia, por ejemplo, le puede llevar más de una año, un plazo que en otras regiones es mucho más corto. Y los dependientes, la gran mayoría por encima de los 80 años, no quieren y no pueden esperar tanto, así que algunos han decidido empadronarse en otras regiones y formalizar allí los trámites.

El boca a boca funciona. El que tiene amigos o familiares en Castilla la Mancha, por ejemplo, sabe que allí las cosas van más rápido, y al que quiere una residencia en Murcia no se le escapa que tendrá más opciones saltando a Almería. Si las comunidades que gestionan con menos eficacia no revierten esta situación, sus ciudadanos seguirán yéndose a otras para que les concedan sus derechos. Se ha iniciado el turismo de la dependencia, una suerte de exilio que huye de la ineficiencia de algunos gobiernos.

Pulpí es un pueblo limítrofe con Murcia de unos 9.000 habitantes con una residencia de más de un centenar de plazas y un centro de día. La alcaldesa, María Dolores Muñoz, sabe que en el geriátrico hay más de un murciano. “Primero los empadronan, en casa de unos amigos, o en un piso en la playa, y una vez que les han valorado y les han comunicado el grado y el nivel de su dependencia, trasladan el expediente a la comunidad en la que viven. Eso está empezando a ocurrir “.

Para que los lectores se hagan una idea del drama que esto supone, aquí van unos casos reales aparecidos estos días en los periódicos de tirada regional:

- La madre de Juan Antonio tiene alzhéimer y, durante algún tiempo, este murciano estuvo considerando llevarla a Toledo a una residencia, o a Ciudad Real y empadronarla allí, como le recomendó un amigo. “Pero me peso tener que sacar a mi madre, tan mayor, para llevarla lejos, y sin que estuviera mi padre con ella. Los geriatras me han dicho que necesita una residencia, pero nos han concedido la prestación económica (que es más barato que crear plazas en residencias públicas). Optar a una residencia en Murcia es complicado”, dice.

- Un trabajador social de un centro de salud de Murcia, que como los demás, quiere mantenerse en el anonimato, comentaba en una carta al director en el periódico La Verdad, que algunos casos cobran tintes dramáticos. “Hemos tenido ancianos que se vuelven a su pueblo natal a empadronarse, o que nunca dejaron de estar empadronados, para que allí les concedan más rápido la ayuda. Algunos han muerto al poco tiempo. Acaban instalándose en la casita del pueblo, que apenas la usaban para vacaciones y que no tiene las condiciones básicas para que allí viva un anciano muy enfermo”.

Este asunto nos confirma que, frente a las dificultades de las comunidades en la aplicación de la Ley, algunas ponen todos los medios y otras (como la de Murcia), sencillamente, demuestran su falta de voluntad. Y no solo perjudican a los ciudadanos, sino que empiezan a crear un problema a otras comunidades, normalmente a las que mejor aplican la ley, las más ágiles en la gestión. Esto es muy insolidario

6 comentarios:

E.T.P dijo...

En primer lugar quiero agradecer a este blog que por fin alguien en algún sitio se haya hecho eco de un clamor social que esta estrangulando a muchas familias de Santome-ra y de Murcia.

Yo quisiera contar mi historia, para ver si mi testimonio y mi realidad hiciera eco en los corazones de todos esos politicuchos de medio pelo, trajeados, que nos tratan a los usuarios de la ley de dependencia como expedientes o números y no se dan cuenta que detrás de cada “expediente” hay un drama familiar, y lo más importante... hay PERSONAS.

Mi madre, octogenaria, murió esperando una ayuda de dependencia solicitada en Murcia en febrero del año pasado. Yo, tengo 60 años, con una gran invalidez, y pedí la dependencia al mismo tiempo que mi madre. Tras la muerte de mi madre, con ayuda económica de mis hermanos, me empadronaron en un piso de un familiar de Málaga para que la Comunidad Andaluza se hiciera cargo de mi caso.

En Diciembre del año pasado solicite el traslado de mi expediente, y me contestaron en Marzo, para decirme que mi caso estaba aún en tramite, a la espera de ser llamada para valorar mi dependencia. Tras múltiples llamadas al responsable de esto en Mur-cia, en Mayo, me dejo un mensaje pidiéndome perdón por el error, pero avisándome “de que el proceso no es sencillo y que tardaría”. Mientras, mis piernas siguen fallan-do, la vista esta cada día peor y me caigo muchas veces a pesar de la ayuda de mis muletas.

Lo peor de todo esto, es que aún recuerdo el último año de vida, “horroso”, que pasó mi madre. Estuvo hospitalizada meses y pretendían que yo me la llevara a casa, ella no estaba en condiciones para ello. Ni yo podía atenderla. En el hospital me dijeron que con mí pensión de 718 euros, podía contratar a alguien y así también me podrían cuidar a mí que estoy “llena de dolores” y tomo 14 pastillas diarias.

Pepe dijo...

Después de leer el relato de este santomerano solo puedo decir: ¡Ahora váis y seguís votando al PP! Especialmente a su gran presidente y al sabio francisquillo.

Así, le sufragamos un buen sueldo mensual para que lo repartan entre los que por desgracia son dpendientes.

¡Vaya calaña!

Anónimo dijo...

Esta actitud de la Consejería es un “fraude social”, pues impide que muchas personas puedan acceder a las prestaciones a pesar de ser potencialmente beneficiarias. Lo pero de esto es que los políticos del Gobierno Regional son conscientes de ello.

Anónimo dijo...

Toda mi solidaridad y mi apoyo para la persona que ha tenido el valor de contar su historia en este blog. Animo y sigue luchando, tu causa es la de todos. Besos

Anónimo dijo...

En mi opinión, el Gobierno del señorito Valcarcel esta fallando a los murcianos con más necesidades porque falla en las políticas sociales que son de competencia auto-nómica. El sistema de protección social del gobierno regional no existe como tal, ha sido sustituido el derecho a formar parte de la sociedad, desde políticas inclusivas, por la caridad.

Anónimo dijo...

Eso, eso y la enorme tasa de paro de España también es culpa del francisquillo.

Qu manera de hacer demagogia.