La falta de prudencia y megalomanía de este alcalde hizo que en lugar de acometer la obra por fases, como estaba previsto, quisiera terminarla toda. Eso le proporcionaría una inauguración a lo grande. Como a él le gusta. No se conformaba con cortar la cinta de la primera fase.
No necesita Santomera al primo de zumosol ni alcaldes cortacintas. Lo que hace falta es gente con los pies en el suelo y la cabeza centrada cuyo único fin sea conseguir lo mejor para los vecinos y vecinas, no volver a ganar las elecciones a costa de lo que sea.
Lo cierto es que Santomera sigue sin tener la ansiada residencia. Pero no pasa nada, pronto tendremos un nuevo tour de cañas.
1 comentario:
Como se os ve el plumero. Solo publicáis los comentarios que os gustan.
Pero aunque vosotros creáis lo contrario poco a poco se os ve como el talante se convierte en otra cosa.
No es así como recuperareis el prestigio perdido.
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